Para algunos, lo peor de la vuelta de vacaciones es la incorporación al trabajo. Para mi, es pensar en las toneladas de ropa que hay que lavar, planchar…por lo que solamente pensar en el primer día post-vacacional me produce una pereza espantosa. Es cierto que hay gente que se las apaña sola y otros que cuentan con ayuda, pero incluso en este último caso hay ciertas cosas que no se hacen solas, como por ejemplo, la separación selectiva de la ropa por colores.
A mi siempre me han parecido excusas baratas las que emplean algunos maridos, hijos o familiares en general para escaquearse del tema…esto dónde se mete?es claro u oscuro? venga ya!!
Por lo general suelen ser nuestros queridos padres amparados por madres sobreprotectoras que los tratan como tontos los auténticos protagonistas de «la huida de la colada». Creo que con ellos no hay solución por desgracia…así que para que eso no ocurra en los que sí son de esta generación (excusa de las madres para permitirles no hacer nada a algunos), yo soy partidaria de enseñarles desde pequeñitos. Y para que no haya dudas, lo mejor es ser explícita y gráfica….
Aquí os dejo el apaño de hoy…
Cuando se acumula mucha ropa, se hace necesario comprar cubos, cestos o cajas grandes para separar la ropa sucia al menos en dos colores. Yo me hice con cubos SORTERA de Ikea que los podéis ver aquí y cuyo uso previsto ni siquiera es para ropa. Pero tienen un tamaño buenísimo, además sirven para exterior y son apilables…perfecto para mi.
Me hice con unas telas de colores, cuerda, washi tape, pinzas y mi DYMO.

recorté unos pequeños patrones de ropita para que el resultado fuese, como os he dicho, muy visual y sencillo.
y a colgar la ropa!!

no me digáis que no es una forma muy fácil de enseñar a los peques (y no tan peques) desde muy pronto para que empiecen a colaborar…blanco y colores claros, en un cubo. Negro y colores oscuros o fuertes que destiñan, en otro cubo. Evidente!!

con esto, ya no hay excusa que valga!