soy de los X men
Cinco meses después de haber pasado a formar parte del clan de las madres primerizas, por fin he descubierto su secreto mejor guardado.
Ese del que jamás te hablan porque esperan a que lo descubras por ti misma…
Pero yo, sin que sirva de precedente, os voy a hablar de la realidad que se oculta tras el parto.
Es oficial: me he convertido en superhéroe, como lo oís.
Nada más nacer Alejandra comencé a percibir los primeros atisbos de mutación de mis genes, aunque he de confesar que inicialmente hice caso omiso de las señales.
Una de las primeras señales fue la capacidad extraordinaria de permanecer despierta más de 24 horas. Tus párpados se cierran, se te abre la boca, llegas a confundir día y noche, tu lucidez desaparece…pero estás despierta.
La segunda señal fue la capacidad de autoregeneración corporal al más puro estilo de Lobezno. Los puntos de la cesárea pasaron a ser imperceptibles en el momento en que tuve un pequeño ser que gritaba, lloraba, mamaba y pataleaba sobre la herida, justo pataleaba ahí…con puntería.
La tercera señal fue de las más llamativas…cuando la gente quería apretujar, magrear y besar a mi hija, de manera involuntaria surgían de mis nudillos unas afiladas garras como método de defensa. Parecía una leona reclamando “lo suyo”.
La cuarta señal no tardó en llegar, no sé cómo tarde en darme cuenta…Yo estaba en los lugares, hablaba con la gente que estaba a mi lado, manifestaba mis pensamientos, mis sentimientos, mis molestias…pero nadie me contestaba! Qué es lo que ocurría?? Había logrado desarrollar el super poder de la invisibilidad!!
Los siguientes super poderes los adquirí una vez en casa con la niña, cuando todo volvió a la rutina.
Rápidamente me percaté de que había sufrido una extremada agudización de los sentidos. Era capaz de escuchar un leve sollozo a diez metros, de ver una sábana moviéndose en la oscuridad o de oler restos fecales a través de distintas superficies.
La mega fuerza fue otra de mis nuevas habilidades. Mis hasta ahora débiles brazos eran capaces de sostener un bebé, bolso y paraguas en una mano mientras la otra sujetaba bolsas de la compra.
La telepatía es un super poder que fui perfeccionando a medida que pasaban las semanas de modo que, un rato antes de que ocurriese, era capaz de prever una rabieta, un vómito instantáneo o un mal despertar…Increiblemente intuitivo.
Por último, adquirí una capacidad extraordinaria para estirar las distintas partes de mi cuerpo con una elasticidad digna de mencionar: Pie derecho meciendo la hamaca, mano derecha removiendo la comida en la cazuela, mano izquierda tuiteando, pie izquierdo recogiendo el babero que se ha caído. Es posible, creedme, pero únicamente con los superpoderes que otorga la maternidad.
Por lo que me han dicho, los super poderes van aumentando según pasan los años hasta que llegan a adquirir el poder supremo. Para los que no estés familiarizados con este término os diré que se trata de un poder que confiere la maternidad y que consiste en la capacidad de gestionar hijos, marido, casa, trabajo, colegio, economía familiar, viajes románticos, actividades extraescolares, gestión de visitas a abuelos y demás familiares y, en los ratos libres, dedicarte un rato a ti misma para no olvidar que además de todo eso, sigues siendo tú.
Yo soy una afortunada, no me puedo quejar de nada…pero quiero dar la enhorabuena a todas las madres, empezando por la mía que sí que ha sido siempre un superhéroe. Aunque me avergüence creo que a estas alturas hasta me identifico con la Esteban con eso de que “por mi hija ma-to”. Es increíble cuánto te cambia la vida….a mejor.
···patricia···