sabores de la infancia
Llevo una semana con una obsesión en la cabeza…
Cuando era pequeña, solía ir con mi madre a una pastelería de esas de toda la vida que sigue estando aún hoy en el mismo lugar y probablemente elaborando la misma repostería que hace veinte años. Y yo, que ya por entonces era animal de costumbres, me decantaba semanalmente por los bollos de mantequilla que allí hacían, que por cierto eran bastante grandes y dulces así que el chute de glucosa me dejaba satisfecha hasta la próxima visita. Qué ricos….
Desde que me fui no los he vuelto a ver. Tal vez porque eran típicos de la zona, o de esa pastelería o tal vez porque con el tiempo dejé de fijarme en ellos. Pero esta semana no he dejado de pensar y pensar en aquellos maravillosos bollos de mantequilla, más grandes que mi mano en aquel momento y sujetos por una pequeña servilleta de papel. Así que ayer decidí hacer mi propia versión y quitarme el «mono» de una vez…Sin duda no es la receta oficial, pero han salido tan tan buenos, que prometo no volver a hacerlos no vaya a ser que retorne esa antigua adicción.
Esta tarde os daré la receta porque no me la sé de memoria y ahora, como todos los lúnes, voy con prisa…pero para que vayáis abriendo boca, las fotos del proceso!
pero qué desayuno tan rico para empezar la semana! y lo mejor, recordar esos sabores que tanto nos gustaban de pequeños…..