para no dejar ni gota
Hoy una receta que sirve tanto de postre como de merienda. Fácil, rápido, sin horno ni dificultades añadidas y que está muy bueno…Yo llevo tiempo haciendo una versión parecida mucho tiempo (los que han cenado en mi casa en varias ocasiones seguro que lo han probado), pero lo cierto es que las cantidades las echaba un poco a ojo y cada vez eran distintas…Para que no penséis que soy tan desastre, he encontrado una receta muy similar a la mia en Mi dulce tentación. Pinchando en el enlace podéis ver las cantidades exactas…
Trituramos las galletas maria hasta que queden molidas por completo. Después las mezclamos con mantequilla derretida pero no caliente y lo mezclamos bien. Introducimos una pequeña cantidad de la mezcla en el fondo del vaso o copa en que vayamos a servirlo y reservamos en el frigorífico un rato.
Después mezclamos el queso crema, la vainilla, el azúcar glass y la nata montada. Lo ponemos encima de la base de galletas y dejamos reposar en el frigorífico de nuevo.
Por último, añadimos como capa superior una mermelada o confitura que os guste. Yo utilicé uno de los botes del otro día, os acordáis???
Nuevamente a que enfríe y…a comer!!
Mi versión de la receta es más dulzona, lo confieso…yo añado leche condensada a la mezcla y está para morir de bueno!! Cuando al final de la comida se escucha el sonito de la cucharita apurando lo poco que queda en el vaso…es que ha sido un éxito! A probarlo!