mi boda
Cuando pensé en enseñar en el blog fotos de mi boda no me convencía la idea de mostrar algo tan personal, tan mío…tan nuestro.
Después pensé que si jamás fue un problema para mi que usaran las fotos para sus webs nuestra fotógrafa, floristas o empresa de iluminación…no había ninguna razón para no hacerlo yo.
Sabéis que me encanta organizar cualquier tipo de fiesta, desde una cena íntima con amigos de siempre hasta la fiesta con mayúsculas…LA BODA. Porque aquí se reúnen todas las condiciones que hacen que sea un evento especial…vestuario, papelería, iluminación, catering, arquitectura, música…
Para mi boda dediqué mucho tiempo, esfuerzo y cariño. Espero que os guste. Este fue nuestro día.
Para el vestido elegí un diseño de Covadonga Plaza, muy sencillo, de corte años 20, en tul y plata. No me sentí nada «disfrazada» sino todo lo contrario…tuve claro lo que quería desde el principio.
Para el tocado confié como siempre en Cecilia Sanchís, de Delospiesalacabeza que rápidamente entendió lo que quería. Algo sencillo, con aire vintage y por supuesto que encajase con la estética del vestido. Consiguió unas piezas de pasamanería preciosas que trajo de alguno de sus viajes y me encantó el resultado…
No quería unos zapatos blancos que solamente pudiese utilizar en esa ocasión…No se trataba de «economizar», ya sé que es una ocasión especial, pero quería tener algo que me pudiese recordar ese día en más momentos de mi vida.
Para la decoración floral lo tuve clarísimo desde el principio. Ya sabéis por otras ocasiones que me encanta todo lo que hacen en El Invernadero y sabía que podía confiar en ellas para esta ocasión. Al igual que para el bautizo de Alejandra, elegimos bolas de paniculata para toda la decoración. Para remarcar la entrada de la iglesia, jugamos con maceteros de zinc de distintas alturas con paniculata y hiedra.
El libro para que nuestros testigos firmasen…
Solamente cambiamos la opción floral para mi ramo. Me prepararon un bouquet con pequeñas rosas blancas, astrantia rosa y hiedra teñida en plata vieja que quedó precioso…
El banquete se celebró en el Hotel de la Reconquista de Oviedo. Gracias al clima asturiano que aguantó estoicamente durante el tiempo necesario, pudimos celebrar el aperitivo en el Patio de la Reina. Para la cena, elegimos el Patio de los Gatos.
La iluminación es fundamental en cualquier evento. Es algo en lo que siempre me fijo. Puede convertir espacios maravillosos en fríos salones o puede crear magia en un lugar un tanto anodino…
Para nuestra boda contratamos a Eventaria. Fue genial trabajar con Chus y Edu porque consiguieron todo lo que yo quería. No sé si ellos pensarán lo mismo de mi porque fui muy pesada…Dos días antes de la boda quedamos en el Hotel a la misma hora a la que se iba a celebrar la boda para ensayar colores, intensidad, transiciones…Iluminamos las columnas de piedra con unos focos fijos y el resto del salón fue cambiando de color en función de la comida que se sirviese. Además potenciamos la mesa central, donde nos sentabamos nosotros. Por supuesto no podían faltar velas, de lo que se encargaron las chicas del Invernadero con unos centros altos en las mesas y velas en todo el perímetro del atrio. Pasamos horas ensayando, moviendo, cambiando…hasta que dimos con lo que buscábamos.
Cuando la gente entró se encontró con esta imagen….
A medida que avanzaba la cena fue cambiando de color… En cuanto al mobiliario, yo no era partidaria de cubrir las sillas, me gustan descubiertas siempre. Pero lo cierto es que en esta ocasión quedaban fatal con el resto de la estética que buscaba. Así que decidí utilizar una mantelería y cubrición blanca y sencilla para resaltar la iluminación. En la mesa nupcial elegimos otro mantel y unas sillas antiguas que tenían en el hotel. Además de ello, un centro «más importante» que en el resto de mesas resaltaba desde cualquier esquina…
El tercer salón que elegimos fue «La Capilla» o Salón Covadonga para el baile. Por supuesto también ensayamos la iluminación para potenciar tanto los muros de piedra como la cúpula. Qué pena me da no tener fotos de ella para que vieseis lo bonita que se veía ese día…
El baile…sin comentarios. Qué vergüenza! Al margen de eso y de que bailar no es lo nuestro, queríamos una canción con letra, que nos gustase… A los dos nos encanta Paris y creo que esa fue una de las razones por las que elegimos La valse de l’amour de Edith Piaf.
Nuestros amigos nos prepararon un montaje precioso con imágenes y vídeos desde nuestra infancia hasta ahora. Lloramos, nos reímos….fue tan bonito!
Durante esos meses recopilamos fotos de todos, o mejor dicho, casi todos los invitados que pudimos y durante la fiesta estuvimos proyectando en la pantalla fotos de todos ellos! La gente no se lo esperaba y se divirtió viéndose en fotos de hace mil años.
Y este fue mi día, nuestro día. Cuando veo de nuevo estas imágenes recuerdo la razón de que me guste tanto organizar estos eventos. Ver después a los novios, familiares y amigos tan felices hace que compense todo…
Por supuesto tengo que nombrar a alguien que hizo posible que los recuerdos de ese día se mantengan intactos. Y es Mercedes Blanco. Mi fotógrafa, y mi amiga. Porque además de hacer unas fotos preciosas (y os aseguro que soy cero fotogénica), consiguió que me sintiese tan cómoda en todo momento…Gracias Mercedes por ser la «guardiana» de mis recuerdos.
Hay otros momentos muy muy especiales que podría enseñaros.
La entrada a la Iglesia con mi madre.
La lectura de Tomás en la que lloré y lloré. Y lloraron…
El colgante para mi hermana con nuestras iniciales.
La canción de mi padre.
Pero esos momentos me los guardo para mi.
···patricia···